Si eres de esas personas que con todos quieren quedar bien, y das y das a los demás y te dejas al último, y te la pasas haciendo todo tipo de actividades (quehaceres, trabajo, niños, etc.) sin considerar un tiempo libre para ti (sólo para ti), es hora de tomarte unos minutos para que sepas todo lo que se ocasiona en tu cuerpo y mente cuando te olvidas de ti.
Si bien nos han enseñado a que dar a los demás representa un acto digno de amor y servicio, muchas veces olvidamos lo que realmente significa dar. Si no estas muy consciente de esta palabra entonces podrías estar terminando el día exhausto, de malas o enfadado o enfadada, sin ganas ni energía más que para dormir y no querer saber de nada más.
Para empezar a dar con real honestidad, necesitaríamos empezar por darnos a nosotros mismos primero.
La primera persona que hay que mantener contenta en este mundo es a uno mismo; a una misma. Si te empeñas en hacer felices a los otros o simplemente te dedicas a atender como robot los pendientes del día, y te olvidas de ti, entonces necesitaras de muchas alegrías pasajeras, como el tabaco, el alcohol, hablar o comer mucho, el sexo como fuga, etc., porque todo esto te ayuda a hacer más ligera la falta de amor, atención o realización que necesita tu vida.
¿Cómo saber cuándo te estás olvidando te ti?
Cuando esperas mucho de los demás (ya sea respeto, admiración, atención, etc.). si no lo recibes, te desilusionas fácilmente.
Cuando te enfadas o desesperas a menudo, (porque esperas mucho de los demás, lo que no tienes).
Después de la fiesta, de estar con la pareja o de salir a divertirte, sientes como si “algo te faltara”.
Te enfermas a menudo.
Te sientes alguien inseguro o muy tímido (porque vives en función del qué dirán de ti)
Te tomas de forma muy personal lo que los demás opinan de ti (porque no tienes una identidad propia, y dependes de lo que se diga de ti).
No te sientes muy animado a levantarte por las mañanas.
Te quejas constantemente de los demás (no los aceptas porque tampoco te aceptas tu mismo, porque no te das tiempo para conocerte y aprender a quererte).
Sientes que el otro o la otra tienen una vida mejor que la tuya.
A menudo sientes que te estás perdiendo algo muy bueno de la vida.
No te sientes afortunado o afortunada.
Tienes alguna dependencia, como fumar, comer, querer ayudar a los demás (sin antes hacerlo con tu vida), etc.
Hay ansiedad que no puedes controlar.
¿Por qué nos olvidamos de nosotros?
Solemos olvidarnos de nosotros porque nos han enseñado de alguna forma que los demás son primero, que es muy importante la aceptación de la sociedad y que tenemos que cumplir con muchos requisitos para ser felices.
La moda de hoy es: cambiar. Para ser como los demás o para ser aceptados, queridos, etc., hay que hacer muchas cosas: decir que si cuando queremos decir que no (o visceversa), aceptar trabajos que no nos gustan, decir cosas que no sentimos, etc.
Todo eso provoca que nos alejemos de nosotros y que nos olvidemos de lo que realmente amamos y queremos, así como y de nuestra más profunda realización como personas.
Darte a ti mismo; a ti misma
Cuando te das a ti primero, antes que a nadie, entonces se genera en ti una energía fluida, satisfactoria y de un especial contento y carisma.
Empezar por darse uno mismo es algo que realmente genera frutos muy especiales a la larga. No te costara dar ni estarás esperando a que los otros te den si empiezas por ti.
Además, si te das a ti primero, tendrás mucho más energía, fuerzas, creatividad y sentido del humor para sobrellevar todo lo que tengas que hacer y resolver durante el día.
Te enfermaras menos, te sentirás más entregado a los demás, y los aceptaras con más sinceridad.
¿Qué significa darte a ti mismo?
Darte a ti mismo significa que te empiezas a dar tu primero todo eso que esperas de los demás: tiempo, paciencia, comprensión. Si no tienes todo esto, lo necesitaras de los demás, y silenciosamente estarás esperándolo de afuera: “¿Por qué no me haces caso?” “¿Por qué no me quieres?” “Por qué no me das…?”
Y te enfadaras muy a menudo cuando veas que el otro no te lo da.
¿Cómo empezar a darme a mi mismo?
Lo primero es empezar por las mañanas.
Antes de que salgas corriendo de las cobijas porque ya se te hizo tarde, toma unos minutos para agradecer el día y darte los buenos días! Es importante poner en tu cabeza pensamientos amorosos, hablarte de forma digna y programarte mentalmente para que las cosas cada día fluyan de maravilla.
Haz un ejercicio que te guste, que disfrutes, como bailar, y date el tiempo de disfrutarlo antes de salir de casa.
No comas como si fueses un costal de arena, es decir, no comas solo por llenarte o porque te hace bien.
Debes comer con gusto, con tiempo, y disfrutando de la comida, procurando los alimentos que van a hacer sentir tu cuerpo bien.
Si te enfadas durante el día, date unos minuto a para desahogarte y para reflexionar qué es lo que te tiene insatisfecho o qué estas esperando de los demás.
Revisa a menudo durante el día la forma en cómo te tratas y hablas, evita criticarte y/o hablarte de formas ásperas o con poca amabilidad.
Antes de dormirte date unos minutos para meditar las cosas del día que te hicieron sentir bien o mal, y trata de escucharte con atención.
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