Aunque para algunos niños navegar en sus pensamientos se ha convertido en un problema a la hora de ir a estudiar, un estudio de la Universidad de Winsconsin y del Instituto Max Planck para las Ciencias Políticas comprobó que por el contrario esta tendencia resulta ser positiva para la memoria de las personas.
A lo largo de las pruebas, los investigadores preguntaron de forma periódica a los participantes si estaban atentos a lo que pasaba en la actividad o si estaban pensando en otras cosas. Al final, midieron en cada participante la capacidad de memoria de trabajo, que fue determinada por su capacidad de recordar una serie de cartas que fueron intercaladas con unas sencillas preguntas matemáticas.
El resultado con el que se encontraron fue que las personas con mayor capacidad de memoria de trabajo reportaron tener su mente en otro lugar mientras hacían tareas simples.
Así mismo, según comentó Jonathan Smallwood, otro de los participantes de la investigación, “lo que parece sugerir el estudio es que cuando las tareas no son muy difíciles, las personas que tienen otros recursos de memoria de trabajo piensan en otras cosas aparte de lo que están haciendo”. Es decir, pareciera que las personas inteligentes se distraen no por despistadas sino porque tienen una capacidad intelectual que les da para pensar en otras cosas además de la tarea que tienen en ese momento.
Para Levinson, el estudio sugiere que el cerebro de las personas está tratando de asignar recursos de forma especial a los problemas o aspectos que se consideran más importantes. Muchas personas han pasado por una situación en la que se encuentran leyendo un libro y de repente se dan cuenta que han pasado varias páginas sin comprender nada de lo que estaban leyendo.
“La memoria de trabajo es un recurso y todo se trata de cómo lo utilizan las personas. Si su prioridad es mantener la atención en la tarea, puede utilizar la memoria de trabajo para hacer eso también”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario