domingo, 23 de febrero de 2014

20 Signos de que no estás siendo feliz, y no te has dado cuenta

Toda nuestra cultura sufre de lo que algunos llaman " pérdida del alma ", que no es más que, una pérdida de sentido, dirección, vitalidad, misión, propósito, identidad y conexión genuina, una profunda infelicidad que la mayoría de nosotros hemos llegado a considerar como simplemente ordinario.

El alma, conciencia, nobleza, o puede ser, nuestros sentimientos más profundos, como quieras llamarle, es nuestra escencia o corazón de la vida, es un lugar en donde no sólo te conectas con tu propio valor y esencia, pero con el valor y esencia de cualquier otro ser vivo. 
Lo que hace a la pérdida del alma tan sutil y peligroso, es que muy pocas personas se han dado cuenta de que ha ocurrido. La mayoría de nosotros no sabemos que nos hemos desconectado de nuestra alma, y hemos llegado a aceptar de forma normal, un entumecimiento y la falta de sentido en nuestras vidas.
Porque todos pertenecemos a esta cultura, todos sufrimos de pérdida del alma. 
Es epidemia y nos ciega de ver el potencial de la alegría y la plenitud en la vida ordinaria. Cuando se recupera la pérdida del alma, verás las cosas familiares de nuevas maneras, para que puedas aumentar tu gozo en lo que ya tienes.

11 plantas medicinales que te salvarán

La lista elaborada por la Dirección de Medicina Complementaria la integran el anís, indicado par aliviar los gases; chupasangre que se usa en forma de cataplasma, para tratar hematomas y golpes; y el eucalipto, considerado como antiséptico, fluidificante de secreciones y expectorante.

También la hierbabuena porque favorece la digestión y es antiparasitaria; el kión que es antiinflamatorio y analgésico; el llantén, cuyas horas ayudan a la desinflamación; y la manzanilla, que tiene propiedades desinfectantes, analgésicas, antiinflamatorias y sedantes.

Finalmente, la muña que es antiséptica, antiespasmódica y fluidificante; el orégano que se emplea para aliviar el dolor menstrual y el dolor de estómago; el paico que también combate los cólicos y los parásitos intestinales y la sábila, cuyo poder cicatrizante y antiinflamatorio natural es reconocido.