El combustible que aprovecha la
innovadora tecnología es muy conocido como un agente de volumen y de
textura, así como un encapsulador de sabores
en fabricación de alimentos. Es la maltodextrina, un componente casi
indispensable del kétchup, bebidas cítricas en polvo, chocolatinas o
bizcochuelos.
Los investigadores, de origen chino, pero residentes en EE.UU., destacaron la posición intermedia
de esta sustancia en el proceso de conversión de almidón en azúcar, que
se repite en la naturaleza vegetal continuamente. Científicamente
hablando, es producto de la hidrólisis enzimática parcial del almidón,
según recuerdan en una reciente publicación de la revista digital 'Narute Communications'.