La clave para el éxito es sencilla: conócete a ti mismo. Así es, para crecer y alcanzar todo lo que te propongas, lo primero que tienes que hacer es conocerte a ti mismo, es decir, tus puntos fuertes y debilidades, tus objetivos y oportunidades, tus hábitos tóxicos y exitosos.
Tienes que evaluar tu experiencia: los lugares y situaciones en donde has estado, los triunfos y fracasos, el aprendizaje obtenido y la manera en que ha mejorado tu vida; así como tu presente: lo que sucede en tu vida personal, familiar, laboral y social.
De otra manera será muy difícil establecer un camino recto hacia dónde deseas dirigirte, y las vueltas en “U” serán continuas. Ésa es la única manera para conseguir tracción y seguir desarrollándote a ti mismo con impulso, pasión, disciplina, esperanza y diversión.
Mientras más consciente seas tomarás mejores decisiones y obtendrás mejores resultados.
Al respecto existen tres tipos de personas:
1. Las personas que no saben lo que les gustaría hacer
a. Están confundidas y no tiene propósito ni dirección.
b. Hacen unos pinitos por aquí y otros por allá.
2. Las personas que saben lo que les gustaría hacer pero simplemente no lo hacen
a. Viven frustradas.
b. Se enfocan en lo que no tienen o en lo que les hace falta.
3. Las personas que saben lo que les gustaría hacer y lo hacen
a. Viven realizadas.
b. Se conocen a sí mismas.
c. Su pasión es alta.
d. Se enfocan en el propósito.
¿En qué tipo de persona entras tú?
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