Una ocasión un cliente me preguntó: ¿Qué es lo que te cuesta más trabajo dirigir? La respuesta fue contundente: ¡A mí mismo!
Los grandes personajes como Steve Jobs, Carlos Slim, Gandhi, la madre Teresa de Calcuta, no son superiores en capacidad que tú o yo, sólo se dirigen a sí mismos de mejor manera, con pasión y disciplina.
Los tres errores más comunes para dirigir al equipo son:
1. No saber a dónde ir.
2.Falta de enfoque.
3.No invertir el tiempo suficiente para explicar las decisiones importantes.
2.Falta de enfoque.
3.No invertir el tiempo suficiente para explicar las decisiones importantes.
Los buenos líderes no se preocupan por
la competencia; más bien, se ocupan de ellos mismos. Saben que los demás
no son la causa de sus fracasos; si no triunfan, es porque no se
dirigieron a sí mismos lo suficientemente bien.
Y para corregirlo, lo primero que hacen es autoexaminarse utilizando la reflexión, para verse de modo claro y realista, y comprender en dónde están sus dificultades personales para corregirlas.
En la empresa, como en otros lugares,
hay que aprender a quitarnos a nosotros mismos del camino. Y para
conseguirlo puedes seguir estos cuatro puntos para dirigirte muy bien.
1.Aprende a seguir a quien admiras
Los líderes que nunca han seguido son
orgullosos, poco realistas y rígidos. Con el tiempo son ineficientes
pues apartan a los integrantes del equipo.
2.Desarrolla la autodisciplina
a.Tomarás decisiones coherentes entre lo que piensas, dices y haces.
b.Actuarás de manera correcta de acuerdo a tus principios y el beneficio del equipo.
c.Podrás refrenarte a las tentaciones.
b.Actuarás de manera correcta de acuerdo a tus principios y el beneficio del equipo.
c.Podrás refrenarte a las tentaciones.
El precio de la disciplina, siempre es menor que el dolor del arrepentimiento
El liderazgo es una responsabilidad, no es un derecho. Por
este motivo, es necesario que nos “arreglemos” antes que los demás.
Siempre hemos de procurar hacer lo correcto, no importa lo mucho que
hayamos ascendido ni lo poderosos que seamos.
Cómo dijera Thomas J. Watson: “Nada
demuestra de modo más concluyente la capacidad que tiene una persona de
dirigir a otros, que lo que hace día a día para dirigirse a sí mismo”.
3 preguntas para dirigirte mejor
A. ¿Qué tan claro te ves a ti mismo?
B.¿En qué área de tu vida necesitas crecer?
C. ¿Qué tan bien recibes consejos?
B.¿En qué área de tu vida necesitas crecer?
C. ¿Qué tan bien recibes consejos?
Recuerda que el grupo más pequeño al que
dirigirás es a ti mismo, pero ése es el más importante. Si lo haces
bien, entonces podrás dirigir a grupos más grandes.
3.Aumenta la paciencia
a.El propósito de dirigir no es cruzar la línea primero, sino traer contigo al equipo a la hora de cruzarla.
b.Reduce el paso y permanece conectado emocionalmente con tu gente para ayudarles a cumplir sus sueños, mantenerlos inspirados y en marcha.
b.Reduce el paso y permanece conectado emocionalmente con tu gente para ayudarles a cumplir sus sueños, mantenerlos inspirados y en marcha.
4.Rinde cuentas
a.Los buenos líderes saben que el poder es seductor y que ellos también flaquearán.
b.Busca, acepta y sigue el consejo de personas superiores que tú en algún sentido.
c.Haz una revisión semanal sobre tus triunfos, fallas y alcances.
b.Busca, acepta y sigue el consejo de personas superiores que tú en algún sentido.
c.Haz una revisión semanal sobre tus triunfos, fallas y alcances.
La mayoría de las acciones indebidas provienen de individuos a quienes no se les exigieron cuentas con suficiente anticipación.
Dirigirte a ti mismo muy bien significa
que te riges por normas más estrictas que las de los demás. No sólo
porque eres responsable de tus acciones, sino también porque lo eres de
las personas a quienes diriges.
¿Quieres saber más sobre este tema? Checa este video:
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